En el municipio de Mixco, Guatemala, un proyecto liderado por Medicus Mundi y la Asociación La Alianza está marcando una diferencia real en la vida de niñas y adolescentes que han sido víctimas de violencia y trata de personas. Esta iniciativa busca no solo protegerlas, sino empoderarlas para construir un futuro lleno de oportunidades.
El proyecto ofrece atención integral, combinando apoyo psicológico, legal y educativo. Las niñas participan en talleres vocacionales en áreas como panadería, salud y belleza, gastronomía e hidroponía, que las preparan para una vida independiente. Además, reciben formación sobre sus derechos y salud sexual y reproductiva, temas esenciales que a menudo no se abordan en su educación formal.
Con un enfoque interseccional, el proyecto aborda las necesidades específicas de esta población, respetando la diversidad cultural y promoviendo la equidad de género. En un contexto marcado por desigualdades estructurales y sociales, esta intervención es un paso significativo hacia la eliminación de la violencia y la promoción de los derechos humanos.
Los resultados son esperanzadores: al finalizar el programa, la mayoría de las participantes acceden a educación formal, se forman en habilidades laborales y ganan confianza para exigir la restitución de sus derechos. Este esfuerzo no solo cambia vidas, sino que también contribuye a construir una sociedad más justa y resiliente.
El proyecto, que se vincula con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 5 sobre igualdad de género, demuestra que un enfoque transformador puede superar las barreras estructurales y sociales. Más allá de los números, está generando un cambio profundo en las vidas de las niñas y adolescentes más vulnerables.
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