El Museo Memoria de Andalucía acogió el pasado 30 de mayo el encuentro “Sembrando transformaciones”, una jornada participativa protagonizada por mujeres rurales organizadas que reclaman una vida en igualdad desde sus territorios.

Granada fue testigo de un encuentro lleno de fuerza, sororidad y propuestas transformadoras. Bajo el lema “Sembrando transformaciones: Mujeres Rurales del Valle de Lecrín, Protagonistas del Cambio Local y Global”, el Museo Memoria de Andalucía reunió a decenas de mujeres de distintas localidades del Valle de Lecrín junto a representantes institucionales, activistas y profesionales del ámbito de la igualdad y la salud.
La jornada, organizada por Farmamundi en el marco del proyecto Saludfem2.0 —cofinanciado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID)—, se convirtió en un espacio de visibilización, escucha activa y construcción colectiva en torno a los retos y propuestas de las mujeres rurales.

Desde primera hora de la mañana, el ambiente fue de acogida y entusiasmo. Tras la apertura institucional, las participantes recorrieron una emotiva exposición que recogía procesos creativos de las asociaciones de mujeres de Padul, Cozvijar, Pinos del Valle, Talará, Dúrcal y Nigüelas.
El conversatorio central, “Territorios que hablan”, fue uno de los momentos más vibrantes del día. Las voces de las mujeres rurales resonaron con claridad: “Queremos políticas que nos tengan en cuenta, que entiendan lo que significa vivir y sostener la vida en lo rural”. A su lado, alcaldesas, concejalías y técnicas de igualdad escucharon y compartieron el reto de construir territorios más justos, igualitarios y saludables.
La jornada también contó con una mesa de experiencias académicas y comunitarias, y con un taller vivencial dinamizado por la Colectiva Matagalpa, organización feminista nicaragüense que compartió herramientas para impulsar la salud global desde los cuidados y la participación.

“El objetivo es claro: que las mujeres rurales no solo sean escuchadas, sino reconocidas como protagonistas del cambio. Sin ellas, no hay transformación posible”.
El cierre, con una visita a la exposición “Arte para aprender”, dejó una estela de inspiración y compromiso. Las participantes coincidieron en la importancia de mantener vivos estos espacios de encuentro, aprendizaje mutuo y acción colectiva.
“Sembrando transformaciones” no fue solo un evento: fue una siembra de futuro. Y desde el Valle de Lecrín, sus mujeres siguen cultivando el cambio con raíces firmes y mirada global.




